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POESÍA DEL SIGLO XX - LA VANGUARDIA CONTEXTO HISTÓRICO Europa vivía, al momento de surgir las vanguardias artísticas, una profunda crisis, desencadenada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y por la evidencia de los límites del sistema capitalista. En el ámbito literario era precisa una profunda renovación. De esta voluntad de ruptura con lo anterior, de lucha contra el sentimentalismo, de la exaltación del inconsciente, de lo racional, de la libertad, de la pasión y del individualismo, nacerían las vanguardias en las primeras décadas del siglo XX. Los movimientos de vanguardia surgen con el objetivo de combatir las formas artísticas anteriores, y romper con la tradición retórica y de armonía formal del Modernismo. La Vanguardia pone todo su empeño en revolucionar el lenguaje poético a fin de producir un arte tan universal y trascendente como el de las metrópolis europeas, con las que mantenía un contacto fluido. A partir de las posibilidades infinitas del lenguaje, los poetas vanguardistas intentan inventar o crear un mundo nuevo sin fronteras culturales. Al mismo tiempo, manifestaban la necesidad de expresar las culturas nacionales a través de la vuelta hacia las propias tradiciones para encontrar las raíces de la identidad latinoamericana. Hacia fines del siglo XIX, domina el ambiente intelectual la filosofía positivista del francés Auguste Comte (1798-1857) y el materialismo económico, basados ambos en una fe incuestionable en la razón, el progreso basado en el avance científico y tecnológico: la invención del teléfono, del cine y del avión originaron una nueva sensibilidad del tiempo y del espacio, regida por la velocidad, la simultaneidad y la desaparición de las distancias insalvables. Pero en la primera década del siglo XX, se empiezan a ver los peligros de los nuevos hallazgos tecnológicos. Los progresos en la producción de armas de destrucción desembocaron en la tragedia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que duró cuatro años, tres meses y catorce días y representó un coste de 186.000 millones de dólares para los países beligerantes y 37 millones de combatientes, y casi diez millones de personas pertenecientes a la población civil. Europa queda devastada tras la guerra, los Estados Unidos se convierten en la primera potencia mundial y los capitales norteamericanos ingresan en países latinoamericanos. Surgen partidos políticos y grupos sindicales que exigen la reivindicación de los derechos de los trabajadores. La tecnología sorprende: cine y radio. La guerra y sus secuelas conmocionaron el panorama internacional. Se comenzó a cuestionar los límites del racionalismo y el sentido del progreso ilimitado. La guerra evidenció el desprecio por la vida humana y aumentó el escepticismo. La decepción y la pérdida de la fe en un continuo progreso en el futuro llevó a postular una filosofía hedonista: el goce del momento. En este contexto de decepción, las vanguardias surgen como una reacción contra la sociedad burguesa, que había conducido a la guerra mundial. A pesar de que las vanguardias fueron movimientos múltiples o "ismos" de corta duración, estaban movidos por un objetivo común: la ruptura total con las formas expresivas de la música, la pintura, la literatura, la arquitectura y el cine hasta entonces.
VANGUARDIAS EN AMÉRICA LATINA El surgimiento de los Estados Unidos como potencia hegemónica creó una nueva situación de dependencia económica en América Latina que llevó a la inestabilidad. Las clases media y obrera comenzaron a asumieron el protagonismo en su lucha con las estructuras patriarcales que dominaba las últimas décadas del siglo XIX. Las oligarquías latifundistas fueron perdiendo su poder, socavado por los movimientos populares, bajo la influencia del anarquismo y del socialismo europeo trasplantados a América latina por las grandes olas inmigratorias de comienzos del siglo XX. La expansión de los derechos a todos los ciudadanos a través de la educación promovió la movilidad social. En 1910 estalló la Revolución Mexicana; y 1917, la Rusia. Bajo la gran influencia cultural de los movimientos europeos, se comenzó a desarrollar en Hispanoamérica la conciencia nacional y la identidad frente a la hegemonía de los EE UU y al eurocentrismo. La América hispana comenzó a crear modelos culturales y artísticos que compaginaran los movimientos innovadores de vanguardia europeos con la realidad socio-política americana. Atesorando las enseñanzas de los poetas vanguardistas europeos, la poesía de América se entregó a la búsqueda de una voz propia, experimentando con las formas de la Vanguardia europea –Surrealismo, Cubismo, Dadaísmo, Expresionismo, Futurismo– pero tratando de expresar una nota personal, como sucedió con el Ultraísmo y el Creacionismo.
La vanguardia latinoamericana comienza experimentando en poesía. Difunde sus postulados y su teoría estética a través de manifiestos, programas o revistas, todo en un tono apasionado, que busca escandalizar al público a través de propuestas contrarias a los cánones imperantes. En sus primeras expresiones, las vanguardias de América del Sur asimilaron las innovaciones europeas, reaccionaron contra el Modernismo decadente y trabajaron por revolucionar el lenguaje poético a fin de producir, desde América, latina un arte tan universal y trascendente como el de las metrópolis europeas. En América latina, la vanguardia cobra impulso a partir de 1916 con la apertura a todas las estéticas y gracias a la iniciativa de creadores, como los chilenos Vicente Huidobro (1892-1948), Pablo Neruda (1904-1985), el peruano César Vallejo (1892-1938), y los argentinos Oliverio Girondo (1891-1967) y Jorge Luis Borges (1899-1986) entre otros. La vanguardia latinoamericana representó una ruptura con la tradición retórica y de armonía formal del movimiento iniciado por el nicaragüense Rubén Darío a fines del siglo XIX.
LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA La característica de las vanguardias es la fragmentación en numerosos "ismos", tendencias o movimientos que, mediante manifiestos, establecían "un modo de hacer literatura". Se formaron varias escuelas con características propias. Pero mientras unos autores se mantuvieron más o menos fieles a un "ismo", otros poetas tan solo tomaron algunos ecos, especialmente del surrealismo, dejándose influir solo parcialmente. No puede decirse que un poema sea vanguardista porque su autor perteneció alguna vez a las vanguardias. Hubo innumerables autores (como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y el mismo César Vallejo) que pertenecieron durante una época de su vida a las vanguardias pero que después las abandonaron. Los movimientos de vanguardia sobre los que profundizaremos en esta propuesta son: Cubismo, Futurismo, Surrealismo y Expresionismo.
Cubismo El Cubismo fue un movimiento artístico que se manifestó sobre todo en pintura, cuyo objetivo principal era el de alejarse de la representación naturalista y conseguir plasmar de modo simultáneo sobre la superficie del cuadro un objeto visto desde múltiples ángulos. Se desliga de la semejanza con la naturaleza: perspectiva y geometrismo. La obra de arte tiene que tener valor en sí misma y expresar por sí misma las ideas. En las artes plásticas se caracteriza por la imitación, empleo o predominio de formas geométricas; como triángulos, rectángulos, cubos y otros sólidos. Alcanzó su apogeo alrededor de 1914 y continuó evolucionando durante la década de 1920. Fue una revolución contra el sentimentalismo y el realismo de la pintura tradicional, contra la importancia que se daba al efecto de la luz y el color y contra la ausencia de formas, características del impresionismo. Los cubistas rechazan la perspectiva y el movimiento y le dan primacía a la línea y la forma. En Literatura, surge como resultado del intento de crear con el lenguaje. Los poemas cubistas se caracterizan por representar una realidad desintegrada: se trata de destruir el discurso lineal y el verso y de combinar elementos discontinuos. La poesía cubista rechaza lo auditivo y valora lo visual, la ilustración literal y la creación que rompe esquemas tradicionales como la métrica, la rima y la gramática. No se cuenta una historia ni una secuencia clara del poema, sino que cada estrofa y verso es único y van formando parte de un todo visual, que de algún modo permite identificar al lector que los versos pertenecen a una sola estructura poética. La máxima expresión del cubismo literario son los caligramas. En estas composiciones, el poeta aspira a fundir poesía y pintura. La disposición de las palabras representa el contenido del poema. Características de Cubismo literario: -Es de carácter subjetivo y multidimensional; se concentra en el individuo y su psique. - Flujo de conciencia; hace la exploración de la mente del lector a través de las imágenes visuales que se le presentan. - El autor usa múltiples perspectivas para que el lector vaya construyendo el significa de su creación literaria. - Hay fragmentación y dispersión de la obra creada: se emplea una nueva sintaxis caracterizada por su discontinuidad de las imágenes visuales o líneas que forman la creación literaria, en este caso los caligramas que son la principal muestra de esta corriente.
Futurismo Movimiento impulsado al comienzo del siglo XX por el poeta italiano Marinetti, que trataba de adaptar el arte al dinamismo de los avances de la técnica. El Futurismo rechaza la estética tradicional e intenta ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. El futurismo se caracterizó por el intento de captar la sensación de movimiento. Para ello superpuso acciones consecutivas, una especie de fotografía estroboscópica o una serie de fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo plano. Es un arte mental, que rechaza el pasado y la tradición en defensa de un arte anticlasista con proyección al futuro, conforme al espíritu dinámico de la técnica moderna y de la masificación en las grandes ciudades: máquinas y movimiento. Su marca distintiva fue el rechazo al pasado y la tradición (representados por los museos y las bibliotecas) y la fe absoluta en el progreso. Su proyección hacia el futuro se expresa en la exaltación de la máquina, el movimiento, la velocidad y la vida moderna (ciudades, luces, ferrocarril, puentes, aeroplanos, fábricas, guerras. Los rasgos característicos de los poemas futuristas son: -Destrucción de la sintaxis -Uso de onomatopeyas e introducción de innovaciones tipográficas (colores, dirección de las letras, tipos de letras) -Temática relacionada con la tecnología, los adelantos urbanos y la modernización.
Expresionismo Es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva: proyección interior distorsionada. Los postulados del expresionismo en el terreno de la literatura, principalmente en la novela y el teatro, son similares a los del arte expresionista y la música expresionista. Personajes y escenarios se presentan de un modo distorsionado, con la intención de producir un gran impacto emocional. Con la llegada del nazismo, el expresionismo, como otras manifestaciones vanguardistas, fue perseguido en Alemania acusado de ser un “arte degenerado”. Los escritores expresionistas no buscaban representar la realidad objetiva, sino las emociones que los hechos y la naturaleza despertaban en los personajes. Para alcanzar este objetivo, empleaban estrategias como la exageración, el primitivismo y la fantasía. En la poesía, los grandes temas son: la guerra, el horror de la muerte, la sangre, la miseria. Esto se expresa en una estética de lo feo, lo deforme, lo macabro. A diferencia de los futuristas, los expresionistas tienen una visión trágica y pesimista. Su lenguaje es crudo, conciso, despojado. La poesía estaba enfocada hacia la exploración de las emociones. La estética de los poemas expresionistas buscaba un lirismo sumamente expresivo con un gran poder evocativo: intentar expresar la esencia de los sentimientos. Era una poesía condensada que utilizaba cadenas de sustantivos, adjetivos y verbos en infinitivo. Los temas principales que se abordaban en la poesía expresionista, estaban enfocados en el horror de la vida urbana y el colapso de la civilización. Cierta parte de estos poetas eran pesimistas y lo expresaban a través de sátiras de los valores burgueses.
Surrealismo El Surrealismo, superrealismo o suprarrealismo fue un movimiento literario y artístico, cuyo primer manifiesto fue realizado por André Breton en 1924, que intenta sobrepasar lo real impulsando con automatismo psíquico lo imaginario y lo irracional. Propuso transformar la vida con una revolución liberadora de la imaginación y definió este movimiento como “automatismo psíquico puro” o escritura automática basada en la libre asociación de palabras e ideas para expresar “el funcionamiento real del pensamiento”. La importancia del mundo del inconsciente y el poder revelador y transformador de los sueños conectan al surrealismo con los principios del psicoanálisis. Valor supremo del subconsciente: énfasis en lo onírico (lo relacionado a los sueños). Las técnicas predilectas del surrealismo son la “escritura automática” (fuir del inconsciente a través de una escritura sin tema ni hilo de pensamiento), el “collage” (frases sueltas que muchas veces eran extraídas de periódicos o titulares), “la transcripción de sueños” y el “cadáver
exquisito” (técnica por la cual los “jugadores” escribían por turnos en una hoja de papel, la doblaban para cubrir lo escrito y la pasaban al siguiente jugador para que hiciera su colaboración). El surrealismo comenzó intentando conciliar psicoanálisis y marxismo, y se propuso romper con todo convencionalismo mental y artístico. De todos los vanguardismos el surrealismo fue el que más seguidores encontró en el sur de América. En los países hispanoamericanos algunos de sus representantes fueron Pablo Neruda (Chile), Olga Orozco y Enrique Molina (Argentina), César Vallejo (Perú), Alejo Carpentier (Cuba), Octavio Paz (México), quien ha sabido incorporar en sus reflexiones sobre la imagen y la creación literaria los hallazgos del surrealismo.