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“Y HAS PROBADO A LOS QUE SE DICEN SER APÓSTOLES” Cristian Gómez M. La carta que el Señor Jesús dirige a su Iglesia 1 alaba a aquellos que examinan a los apóstoles, ya sea para sujetarse a ellos o para reputarlos como falsos. Es decir, es una responsabilidad de las iglesias el juzgar a los apóstoles, por ello en este pequeño estudio daremos las bases doctrinales para tal examen. La necesidad de probar los apóstoles es, hoy día, muy importante porque la Iglesia se desarrolla entre dos extremos peligrosos: El de los que dicen que ya no existen los apóstoles y, por otro, el de los que desean enseñorearse de las iglesias pretextando el título de “apóstol”. Definamos algunos términos: Apóstol, en griego, quiere decir enviado; es una persona cuyo ministerio consiste en dar testimonio de la resurrección de Cristo, 2 fundar iglesias locales,3 repartir dones y ministerios,4,5 y --muy importante – en conjunto con los demás apóstoles, cuidar la doctrina y ser de bendición para toda la Iglesia. 6 Esto nos lleva a definir Iglesia e iglesias. La Iglesia es el conjunto de todos los que en el mundo confiesan a Jesús como su Señor,7 sin que importe su denominación, nacionalidad, raza, etcétera. “Hay Iglesia aun en medio de instituciones que se tienen por tal, sin ser ellas con todo la verdadera expresión de la Ecclesia. En múltiples casos a pesar de la institución, que ya no es más que organización humana y terrena, la Iglesia de Cristo hace acto de presencia por medio de
quienes, acaso, han sido condenados, y aun perseguidos por esa misma institución”.8 Y las iglesias son las comunidades de creyentes 9 que hay en cada ciudad, colonia o pueblo. Es evidente que aún no hay un conjunto de iglesias viviendo en el modelo de gobierno que nos muestra el Nuevo Testamento para la Iglesia;10 pero es nuestro deseo más profundo “volver a la Biblia”, poner en práctica el prototipo neotestamentario de gobierno para que la Iglesia sea restaurada.11 (Que sea semejante a la iglesia inmediata posterior al Pentecostés). “Vino nuevo en odres nuevos”.12 El vino nuevo es la salvación y la unción que ha venido sobre la Iglesia; el odre, o continente del vino, es la estructura de organización de la Iglesia. Actualidad de los apóstoles El Señor Jesús escogió doce para que estuvieran con El; 13 sin embargo, para responder a los que dicen que éstos han sido los únicos apóstoles que han existido, diremos dos cosas: 1) No hay un solo pasaje en las Sagradas Escrituras que nos insinúe siquiera que los ministerios habrían de cesar en la vida de la Iglesia. La Biblia no dice que los apóstoles se acabarán. 2) El Nuevo Testamento menciona muchas otras personas con el nombre de apóstoles, que no pertenecían a los doce, sin negar la posición privilegiada de éstos como los 12 apóstoles del Cordero: a) Después que Jesús envió a los doce, también envió (apóstoles) otros setenta con las mismas prerrogativas que los primeros,14 b) Pablo y Bernabé son el más conocido ejemplo de apóstoles –así les llama la Escritura- que no 8
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Apocalipsis 2: 2 2 Hch. 4: 33 3 Hch. 13 y 14 4 Hch. 14: 21 y 22 5 Rom. 1: 11; Tito 1.6; “Tim. 1: 6 6 Hch. 15 7 1Cor. 1: 2
Javier Gozaga Concilios tomo I, p.12 Los nombres de las epístolas paulinas nos ilustran esto perfectamente 10 Quien diga que del Libro de los Hechos no puede hacerse doctrina, vea 2 Tim 6. 16 y 17 11 Joel 2: 25 12 Mat.9. 17 13 Lucas 6: 13 14 Lucas 9:1 y 2; 10;1 9
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fueron de los doce,15 c) Jacobo, el hermano del Señor,16 Jesús resucitado apareció a los doce, a Jacobo y después a todos los apóstoles17, Andrónico y Junias.18 Si la palabra apóstol no se menciona directamente con otras personas, sí puede verse, por sus tareas, que tuvieron un ministerio apostólico: Apolos, Timoteo, Tito y Priscila y Aquila. Por otro lado, hay escritores del Nuevo Testamento que no pertenecieron a los doce, y según Efesios 2:20 la iglesia está fundamentada sobre Jesucristo y sobre el fundamento de apóstoles y profetas. Pero, ¿dónde está el fundamento de los apóstoles y profetas, en qué consiste?: dicho fundamento son las Sagradas Escrituras, los profetas echaron el fundamento con las Escrituras Hebreas (el Antiguo Testamento) y los apóstoles con las Escrituras Griegas (el Nuevo Testamento); por ende los escritores del Nuevo Testamento son apóstoles y entre ellos Lucas, Marcos, Silas, Sóstenes y Timoteo. Vale la pena aclarar –para que no se nos calumnie—que consideramos que la cualidad de inspiración infalible que tuvieron los apóstoles que escribieron el Nuevo Testamento ya ha cesado; el canon de las Sagradas Escrituras está cerrado y ellas son nuestra única y suficiente norma de fe y conducta. La Biblia es nuestra máxima autoridad. ¿Cómo se establecen los apóstoles? Cuando Jesús estuvo en la tierra, oró toda la noche y, de entre sus discípulos más maduros escogió a doce para que estuviesen con El y para enviarlos a predicar;19 luego envió aún otros setenta. En la iglesia en Antioquia, los ancianos o pastores (algunos eran maestros
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Hch. 14: 14 Gal. 1: 19 17 1Cor. 15: 5-7 18 Rom. 16.7 19 Luc. 6: 12-13 16
y otros profetas) estaban orando y ayunando cuando el Espíritu Santo les indicó que enviaran a Bernabé y a Pablo. 20 De esto se deduce que el único motivo para enviar apóstoles debe ser la indicación del Espíritu Santo; y el ambiente propicio para que El pueda hablar se da en un presbiterio que se dedica a la oración y al ayuno. Luego entonces, ninguna persona puede autoenviarse como apóstol, sino que debe ser enviado con imposición de las manos por el consistorio de una iglesia local, junto con otro u otros enviados. Puede considerarse también la posibilidad de que otros apóstoles reconozcan o envíen a algunos ministerios apostólicos; como es el caso de Timoteo, a quien Pablo escogió para discipular y el cual posteriormente desarrolló un ministerio apostólico. Una vez que los apóstoles salieron de su localidad ya no representaban a su iglesia (denominaciones no existían), sino que dependieron exclusivamente del Espíritu Santo para su itinerario 21 (un enviado, por definición, no puede ser enviado a su propia iglesia local). Llegaban a un lugar: y si no había iglesia local, entonces predicaban y formaban una, la atendían durante un tiempo,22 le establecían pastores y se iban.23 Si ya había una iglesia en esa ciudad, no formaban otra, sino que confirmaban la que ya existía, 24 repartiendo dones25 y dando palabra profética26 y doctrina.27 Eventualmente el Espíritu les impedía regresar a las iglesias fundadas.28
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Hch 13: 1-3 Hch. 13: 4; 16: 6-10 22 Hch. 13: 3, 44 y 49 23 Hch. 14: 21-23 24 1Cor. 3: 6-10 25 Rom 1: 11 26 Hch. 8: 14-15; 15: 30-32 27 Hch. 16: 4-5 28 Hch. 20: 25 21
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Cuando un periodo de viaje había terminado, los apóstoles volvían al seno de su localidad para informar y permanecer una corta temporada, integrándose a los ancianos de su presbiterio como uno más.29 ¿Cómo gobiernan los apóstoles? El gobierno apostólico es posible por la autoridad que el Espíritu Santo da a los ministros. No existe en el Nuevo Testamento una autoridad oficial, jerárquica, ni basada en el poder (política): “antes el que quiera ser el primero sea vuestro servidor”; mucho menos existe una cabeza humana para la Iglesia ni para las iglesias (papa o “papitas”). La autoridad espiritual es aquel reconocimiento que el Espíritu pone en el corazón de los creyentes hacia los ministros que andan espiritualmente. Esa autoridad no se exige ni se impone, se reconoce espontáneamente, y si se desobedece es Dios quien reprende sobrenaturalmente (no hay represión social meramente humana), ni obligatoriedad en el sentido coercitivo del Derecho.30 Moisés era el hombre con más autoridad; pero era también el hombre más manso de todos.31 Es decir, nunca se defendía ni se enseñoreaba (no se portaba como dueño) del pueblo de Dios. Los apóstoles gobiernan la iglesia espiritualmente, no administrativamente, y lo hacen estableciendo ancianos en las asambleas locales y reprendiendo a los que persisten en pecar o se apartan de la sana doctrina.32
Las localidades no son propiedad de ningún apóstol en particular. “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene ni a dónde va”. 33 Depende de la guía del Espíritu que un apóstol vuelva o no a una iglesia, o que nuevos apóstoles visiten una comunidad.34 Ninguna iglesia puede decir: “éste es mi apóstol” y ningún apóstol puede decir “ésta es mi iglesia”. ¡No hay tal ejemplo en la Biblia! Cierto que Pablo era reconocido como padre por las iglesias que él había fundado; pero eso no excluyó a los demás apóstoles de poder ministrar en esas localidades ni dio a Pablo el derecho de hacer su “directorio” de iglesias que le pertenecían. Está fuera de la Biblia la idea de las coberturas, pues ellas suponen que cierto número de congregaciones se somete a un apóstol. Las iglesias son de Jesucristo y todos los apóstoles están enviados a cualquier parte del Cuerpo del Señor que el Espíritu quiera llevarlos y cuando El quiera llevarlos. Debe quedar claro que los apóstoles o enviados no son ya más ministerios locales, como lo son los obispos (también llamados ancianos), pues hemos dicho que no representan a la localidad de donde salieron; sino más bien su responsabilidad es la Iglesia universal y no solamente una o algunas iglesias locales; son ministerios para el Cuerpo de Cristo. Para tratar sobre el gobierno de los apóstoles hemos de recordar que en el Concilio de Jerusalem (50 d.C.), ni Pedro ni otro de los apóstoles ejercieron funciones episcopales; el error romanista y de algunos protestantes es confundir episcopado con apostolado. Los obispos o ancianos de cada localidad ejercen la máxima autoridad y administran en su localidad, no son itinerantes; incluso los apóstoles se sujetan a ellos.35 Recordemos que Pablo y Bernabé no decidieron las cuestiones doctrinales en Antioquia, ni siquiera Pedro en Jerusalem –lo que hubiera facilitado todo--. Las decisiones fueron
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Hch. 14: 26-28 1Ped. 5: 2-3; Tito 2: 7 31 Núm. 12: 3 32 Tito 1: 5; 3: 10; 2 Tim. 4: 2 30
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Juan 3: 8 Rom. 1: 10 35 Fil. 1: 1; Hch. 20: 28 34
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tomadas a nombre del Espíritu Santo, los apóstoles, los ancianos y los hermanos.36 Pluralidad de apóstoles Los apóstoles deciden asuntos doctrinales y problemas en el área espiritual referentes a las iglesias sólo en colegio o reunión apostólica, quiero decir en acuerdo con otros apóstoles, --el número varió en el Nuevo Testamento de acuerdo con la gravedad del problema-; pero los ancianos toman las decisiones de la localidad.37 La doctrina no puede ser decidida por un solo hombre38, ha de ser decidida (léase interpretada de las Sagradas Escrituras) 39 por el conjunto de apóstoles y ancianos. Cuando el Nuevo Testamento habla de ancianos y de apóstoles siempre lo hace en plural. Pablo escribió sus cartas junto con otros apóstoles (Sóstenes, Silas Timoteo). El Señor los envió siempre de dos en dos para que se complementaran, se protegieran y uno solo no se sintiera “el apóstol”. Las columnas apostólicas a los judíos eran Pedro, Jacobo y Juan; y a los gentiles Pablo y Bernabé.40 Si no reconocemos la importancia de que la autoridad apostólica para la doctrina y el gobierno descansa en la pluralidad de apóstoles y en su trabajo conjunto, desinteresado y adenominacional, terminaremos con una cabeza humana que sustituirá al Espíritu Santo. Ejercer una autoridad oficial al estilo jurídico del derecho romano en una contaminación babilónica que se infiltró en la Iglesia después del reinado de Constantino.
Los sínodos o concilios de los siglos II y III siguieron el modelo del de Jerusalem. Si una iglesia local o iglesias de una región tenían que enfrentar problemas doctrinales o disciplinarios, convocaban a la reunión de apóstoles y ancianos. Pero “aún los concilios no eran órganos de poder sobre las iglesias, sino la representación de estas mismas iglesias y la expresión de su unidad e identidad en la misma fe y comunión que proclamaban juntamente. Prueba de ello es que la validez y la posterior eficacia de un concilio, le venían, no por su convocatoria formal sino por el reconocimiento y confirmación del mismo por parte de toda la oikumene (el mundo habitado), o sea: todas las iglesias, aun la confirmación de *aquellas que, por dificultades de viaje u otra índole, no habían podido enviar delegados como ocurrió en la mayoría de los concilios ecuménicos del primer milenio, eminentemente orientales”.41 Es decir, los concilios nunca fueron un poder jerárquico oficial para las iglesias locales ni tenían autoridad solamente por causa de las personas que en ellos se reunían --los ministros de todas las iglesias, o al menos un número representativo de ellos--; sino que una vez que un concilio tomaba decisiones y expresaba conclusiones, éstas eran reconocidas por las iglesias según el Espíritu y la Palabra les iban dando testimonio (en forma análoga al reconocimiento del canon de las Sagradas Escrituras, el cual no fue establecido por las iglesias sino simplemente reconocido por ellas).
Si alguien tiene autoridad para castigar, como Pedro cuando Ananás y Safira cayeron muertos,42 o como Pablo, que dejó ciego a Elimas; 43 entonces que castigue, pero que no se pretenda usar de una autoridad política que se basa en el chantaje o en la presión, en la exigencia de reconocimiento y mucho menos en la legislación secular de un país.
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2Cor. 8: 8; Hch. 15: 28 Hch. 15: 23 38 Gal. 1: 12; 2 Ped 1:19-21 39 Hch. 15: 15-18 40 Gal. 2: 9-10 37
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Gonzaga Opus cit p. 51 Hch. 5: 1-10 43 Hch. 13: 11 42
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En la revelación bíblica la autoridad es diferente del señorío. Aquella es la manifestación de un amor protector. Este --el señorío-- es la señal del deseo de reconocimiento y poder, de soberbia. En la iglesia primitiva no existían las denominaciones. Todos los creyentes de una localidad pertenecían a la única iglesia del lugar. La restauración del ministerio apostólico es la posibilidad bíblica de volver a la unidad de la iglesia; por ello es contradictorio que un apóstol o un grupo de ellos pretenda formar una denominación como si no fueran ya suficientes las divisiones que existen en el cuerpo de Cristo. El apóstol no trabaja por sus iglesias, sino por el Cuerpo, debe importarle que Dios sea glorificado y que las ovejas sean alimentadas; no importa si le dan ofrenda, o si esa iglesia lo reconoce o no; no debe buscar que las iglesias se le sujeten, eso lo hará Dios si Él lo quiere. No debe ministrar para construir su pequeño reino o feudo personal.
La restauración del ministerio apostólico es la única vía posible para llegar a la restauración completa de la iglesia. Los apóstoles van siempre de dos en dos y se sujetan al grupo apostólico y a los ancianos. Su autoridad es espiritual y no oficial. Ministran a todo el cuerpo y no forman grupos de iglesias bajo un nombre (denominación, cobertura o red). Las iglesias locales deben probar a los apóstoles y recibir su ministración si son de Dios y ejercen ordenadamente, y rechazar a quienes tienen doctrina equivocada o actitud de señorío.
Las señales para reconocer a un verdadero apóstol son: -
Que haya sido enviado por el presbiterio de una iglesia local. 44 Que Dios haga milagros a través de él. 45 Que tenga fruto de iglesias.46 Que tenga carácter y madurez (mansedumbre y capacidad de soportar el sufrimiento) apostólicas.47 Que tenga, por supuesto, buena doctrina.
CONCLUSIONES
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Hch. 13: 1-3 2Cor. 12: 12 46 2Cor. 3: 1-2 47 2Cor. 4: 15; 6: 4, 10, 11; 11: 27-30 45
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JESUCRISTO
ESPÍRITU SANTO
IGLESIA UNIVERSAL CONJUNTO DE APÓSTOLES
IGLESIA LOCAL
IGLESIA LOCAL
IGLESIA LOCAL
a) ANCIANOS (PROFETAS, MAESTROS) b) DIÁCONOS c) HERMANOS
a) ANCIANOS (PROFETAS, MAESTROS) b) DIÁCONOS c) HERMANOS
a) ANCIANOS (PROFETAS, MAESTROS) b) DIÁCONOS c) HERMANOS
LOS APOSTOLES 1.- Jesucristo es el apóstol por excelencia (hebreos 13:1) 2.- Sólo hubo doce apóstoles testigos de la resurrección y fueron instituidos antes de la ascención (Lucas 6:13 3.- Que el Espíritu Santo está constituyendo el sin número de apóstoles hasta el día de hoy (Efesios 4: 8-11). 4.- Evidencias del apostolado: a) Haber sido apartado por los ancianos de su localidad bajo la orden del Espíritu Santo.
b) Ser probado doctrinalmente (en lo básico) (Apoc. 2:2)c) Fruto de iglesias (1a. Co. 4:15 y 9:1-2) d) Paciencia (2a. Co. 12:10) e) Milagros (2a. Co. 12:12) 5.- Tareas de los apóstoles: a) Testificar (Hch 4:33) b) Fundar Iglesias (Hch. capítulos 13 y 14) c) Confirmar iglesias (Fundadas o no fundadas por ellos), (2a. Co. 10:12-16) d) Guiar discusiones teológicas para aplicar las Escrituras (Hch. 15) e) Ser el medio de coyuntura entre las iglesias locales (Hch. 15:30-35) f) Establecer ancianos (Hch. 14:23) g) El gobierno espiritual de la iglesia universal. Los ancianos tienen la responsabilidad administrativa de la iglesia local. El apóstol puede aportar sugerencias para cambios en la iglesia local, mas no puede exigir que se hagan. Los ancianos son los responsables de la iglesia local. Un apóstol no tiene autoridad personal en la iglesia local pero si tiene una autoridad en el nivel universal para exhortar y enseñar. En las denominaciones hay una autoridad oficial. El apóstol no puede imponerse a los ancianos de la localidad La Separación y los Movimientos de los Apóstoles. 1.- El Espíritu Santo debe tomar la iniciativa (Hch. 13:2) 2.- Deben ir cuando menos de dos en dos (Lc. 10:1) 3.- El Espíritu Santo hablará a los posibles apóstoles (Hch. 13:1) 4.- Confirmará a los ancianos cuando ellos ministren al Señor (Hch. 13:1) 5.- No representan a la localidad sino al cuerpo: no a la organización sino al cuerpo y por ello es posible la cooperación (1a. Co. 3:22-23) 6.- Sus movimientos son libres pues sólo dependen del Espíritu Santo, así como sus métodos (Hch. 13:4)
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7.- Los apóstoles deben tener como una de sus características el movimiento constante de una iglesia a otra y de una región a otra (Hch. 13:14) 8.- Es bueno que regresen periódicamente a la iglesia que los envió y den informes (Hch. 14: 26-28) 9.- No deben informar para tener publicidad o financiamiento (2a. Co. 2:1-10) Los Ancianos nombrados por los Apóstoles 1.- Anciano es aquel quien es mayor espiritualmente, independientemente de la edad. - Presbíterio en griego significa VIEJO. 2.- Se establecen por imposición de manos de los apóstoles o del Presbiterio. (2a. Tim 5:22) 3.- Los apóstoles deben discipular y establecer ancianos en un tiempo breve indicado por el Espíritu Santo. (Hch. 14:23) 4.- Deben cumplir con los requisitos mencionados en la Primera Carta a Timoteo cap. 3 y la Carta a Tito cap. 1. 5.- Anciano es obispo = Presbitero o pastor. Los ancianos en el orden espiritual pueden ser Profetas, Evangelistas o Maestros. (Hch. 20:17-28) 6.- Los ancianos deben ser de la localidad (1a. Tim. 3:7) 7.- Su trabajo es mover a la iglesia a trabajar y crecer (Ef. 4:11-13) 8.- Ellos, como colegio, son la máxima autoridad en la iglesia local. (Presbiterio o Consistorio), sujetándose unos a otros según su área y su madurez y son el Gobierno Administrativo Local. (Heb. 13:17 t 1a. Tim. 5:17) 9.- Siempre deben ser más de uno y en en esa pluralidad los miembros del consistorio gozan de igualdad (Hch. 14:23; Tito 1:5; 1a. Pedro 5:1-4; Hch. 20:17 y 28) Las Iglesias Fundadas por los Apóstoles 1.- La Biblia menciona la Iglesia como todo el cuerpo en el mundo y las iglesias como la manifestación en cada localidad (Mt. 16:18 y 18:17)
2.- El método exclusivo del Nuevo Testamento para la división es la localidad (1a. Co. 10:32 y 1a. Tes. 2:14) 3.- Los límites de la localidad son el pueblo o la ciudad en cuestión (Hch. 14:23 y Tito 1:5) 4.- Una iglesia menor que la localidad no es bíblica (1a. Co. 1:2 y 1a. Co. 1:12 y 3:4) 5.- Una iglesia mayor que la localidad no es bíblica (Hch. 9:31; 15:41; 1a. Co. 16:19 y Gal. 1:2, 22) Ejem: La distancia de las siete iglesias de Apocalípsis 2 y 3 6.- Cada iglesia local debe ser autónoma. 7.- Hay Unidad de doctrina y vida (1a. Co. 4:17; 17 :17; 16 1a Tes. 2:14) 8.- Debemos conservar el carácter de las iglesias no permitiendo que en una localidad haya divisiones carnales (1a. Co. 1:13; 3:3-4) 9.- La autonomía es benéfica porque cada presbiterio puede guardarse de falsos profetas y de herejías y de organizaciones babilónicas análogas a Roma (Tito 3:10-11 y 1a. Tim. 6:3-4) Las bases de Unión y División 1.- Debemos recibir a todo el que Cristo ha recibido (Ro. 15:7 Ef. 4:3) 2.- La iglesia local se compone de todos los salvos en ese lugar 1a. Co. 1:1-2 Ro. 8:9) 3.- Sabemos que una persona pertenece a la iglesia si tiene las cualidades que el Espíritu Santo enumera en Ef. 4:4-6. Estos puntos no enfatizan la doctrina, sino la vida. 4.- Un CUERPO, La IGLESIA. Es nuestro hermano todo el que ha nacido de nuevo, sin importar su denominación 5.- Un ESPÍRITU: El sello del Espíritu Santo. 6.- Una ESPERANZA: La vida Eterna 7.- Un SEÑOR: CRISTO 8.- Una FE: En el Sacrificio y Resurrección de JESUCRISTO 9.- Un BAUTISMO: Ser inmerso en la mente y la vida de JESÚS
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10.- Un DIOS y PADRE: El DIOS personal y OMNIPOTENTE de la Biblia. 11.- Es carnal dividirse por otra cosa que no sean los puntos mencionados o la localidad. 12.-No debemos dividirnos por hombres a los que seguimos (1a. Co. 1:12) 13.- No debemos dividirnos por instrumentos de Salvación. 14.- No Sectarismo. 15.- Las diferencias doctrinales secundarias no son razón que justifique la división (Ro. 14) 16.- Las diferencias raciales no son razón que justifique la división (1a. Co. 12:13) 17.- las diferencias nacionales no son razón que justifique la división 18.- Las distinciones sociales no son razón que justifique la división 19.- En vez de dividirnos de la iglesia local debemos de ser vencedores (Apoc. 2 y 3)
6.- El apóstol puede llegar al lugar porque lo lleva el Espíritu Santo o porque es enviado por otros apóstoles o invitado por la localidad. 7.- Los resultados de la obra deben ser integrados a la iglesia de la localidad.
La Obra y las Iglesias 1.- Las narraciones del Libro de los hechos nos muestran que en general, primero los apóstoles fueron enviados, y como resultado, se fundaron comunidades de creyentes donde ellos predicaron (Hch. 1 y 13), en otras ocasiones, ellos confirmaron la obra hincada por otros (Hechos 8); por eso las congregaciones deben orar y procurar el envío de apóstoles. 2.- El trabajo apostólico ó la obra, deben de ser independientes de las iglesias locales. 3.- Cuando un apóstol llega a una localidad, si no hay iglesia local, la debe establecer (Ro. 1 y 1a. Co. 1). Si llega a una localidad donde ya hay iglesia debe visitarla para edificarla y ministrar dones espirituales. 4.- No debe convertirse en pastor de la localidad 5.- Debe sujetarse a los pastores de la localidad.
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